FESTIVAL DE MUSICA EN CANTONIGROS EN EL AÑO 2008
Fui con mi marido y mi nieta de 4 años, que se lo pasó genial escuchando y viendo danzas de los 5 continentes.
El festival dura 3 días y hace 3 sesiones por día, una a las 11 de la mañana, otra a las 3 de la tarde y luego otra a las 7 de la tarde. Nosotros fuimos a la de las 3 de la tarde, y agobiados por el calor nos fuimos a las 6 y pico de la tarde; escuchamos y vimos bailar a persas, chinos, navarros, catalanes, extremeños, ucranianos, peruanos, etc.; unas 20 representaciones, algunos muy buenos y otros muy aburridos. Todos con sus ropas típicas, con instrumentos típicos. Solo que hoy fue un día tórrido, pero lo pasamos muy bien.
Llegamos al mediodía, comimos en un bonito restaurante una rica parrillada y después entramos... Estuvimos unas 3 horas! El camino desde casa, desde Rosas: me dirigí por la autovía a Figueras para seguir viaje a Olot, pasamos dentro de la población volcánica y, a 250 metros de haber salido de Olot, nos desviamos, pues la 1º hora de viaje bien, normal, por la autovía, pero después tome un camino de montaña con muchas curvas, muy angosto, donde la arboleda era tan tupida que no pasaban los rayos del sol. Subí por esa carretera, total un poco mas de dos horas de viaje. Un pueblito de montaña muy acogedor, con unas casonas deslumbrantes, perdido entre el paisaje, dirección Vic. Un paseo al pasado realmente hermoso.
Un gentío tremendo, de todas las edades. Dejé el auto bastante lejos, a la entrada del pueblo, en una calle muy empinada. A Marcelo le costó llegar hasta la puerta, que quedaba a unos 10 minutos de caminar bajo un sol implacable, a la vuelta debí acercar el auto porque no llegaba.
La nieta se comporta como una señorita, muy bien, solo que no para de hablar... Estaba feliz y nosotros de verla a ella también... No cesaba de moverse al compás de la música y de aplaudir o hacer palmas.
Los que más nos gustaron fueron los israelíes y los peruanos, porque conocemos su música, sus bailes, sus canciones. A mi nieta, lo que más le gustó fue lo que cantaron y bailaron en catalán, y el grupo chino con sus ropas muy vistosas.
Un sábado extraordinario que nos trasladó al mundo de la música.
ShalomAna Wainer
Fui con mi marido y mi nieta de 4 años, que se lo pasó genial escuchando y viendo danzas de los 5 continentes.
El festival dura 3 días y hace 3 sesiones por día, una a las 11 de la mañana, otra a las 3 de la tarde y luego otra a las 7 de la tarde. Nosotros fuimos a la de las 3 de la tarde, y agobiados por el calor nos fuimos a las 6 y pico de la tarde; escuchamos y vimos bailar a persas, chinos, navarros, catalanes, extremeños, ucranianos, peruanos, etc.; unas 20 representaciones, algunos muy buenos y otros muy aburridos. Todos con sus ropas típicas, con instrumentos típicos. Solo que hoy fue un día tórrido, pero lo pasamos muy bien.
Llegamos al mediodía, comimos en un bonito restaurante una rica parrillada y después entramos... Estuvimos unas 3 horas! El camino desde casa, desde Rosas: me dirigí por la autovía a Figueras para seguir viaje a Olot, pasamos dentro de la población volcánica y, a 250 metros de haber salido de Olot, nos desviamos, pues la 1º hora de viaje bien, normal, por la autovía, pero después tome un camino de montaña con muchas curvas, muy angosto, donde la arboleda era tan tupida que no pasaban los rayos del sol. Subí por esa carretera, total un poco mas de dos horas de viaje. Un pueblito de montaña muy acogedor, con unas casonas deslumbrantes, perdido entre el paisaje, dirección Vic. Un paseo al pasado realmente hermoso.
Un gentío tremendo, de todas las edades. Dejé el auto bastante lejos, a la entrada del pueblo, en una calle muy empinada. A Marcelo le costó llegar hasta la puerta, que quedaba a unos 10 minutos de caminar bajo un sol implacable, a la vuelta debí acercar el auto porque no llegaba.
La nieta se comporta como una señorita, muy bien, solo que no para de hablar... Estaba feliz y nosotros de verla a ella también... No cesaba de moverse al compás de la música y de aplaudir o hacer palmas.
Los que más nos gustaron fueron los israelíes y los peruanos, porque conocemos su música, sus bailes, sus canciones. A mi nieta, lo que más le gustó fue lo que cantaron y bailaron en catalán, y el grupo chino con sus ropas muy vistosas.
Un sábado extraordinario que nos trasladó al mundo de la música.
ShalomAna Wainer
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