jueves, 11 de diciembre de 2014

PITÁGORAS

LABERINTO DE RECTAS, SU FAMOSO TEOREMA
EL CUADRADO DE LA HIPOTENUSA DE UN TRIANGULO RECTÁNGULO ES IGUAL A LA SUMA DE LOS CUADRADOS DE LOS CATETOS”
Pitágoras, uno de los filósofos griegos más eminentes de la Antigüedad, estableció una teoría según la cual los números eran el principio fundamental de todas las cosas y la única vía posible para esclarecer el enigma del universo. Fundó una especie de comunidad científico-religiosa en la que el estudio de las matemáticas era considerado como un camino de perfeccionamiento espiritual y puso todo su empeño en transmitir a sus alumnos el razonamiento deductivo. Su escuela tuvo numerosos seguidores y fue el origen de una cadena de sabios que se prolongó a través de Platón y Virgilio hasta la Edad Media. De echo, hoy día esta considerado por los estudiosos como el padre de la numerología medieval, que tan al pie de la letra había seguido Dante Alighieri en la Divina Comedia. Y fue él, Pitágoras, quien estableció la famosa clasificación de las matemáticas que se prolongaría por más de dos mil años en el llamado QUADRIVIUM de las ciencias: Aritmética, Geometría, Astronomía y MÚSICA. Sí,Música, porque Pitágoras vivía obsesionado por explicar matemáticamente la ESCALA MUSICAL, que entonces era un misterio para los seres humanos. Estaba convencido de que los intervalos entre las notas de una octava podían ser representados mediante números y trabajó intensamente en este tema durante la mayor parte de su vida
Hasta que un día, cuenta la leyenda..............
Los pitágoros fueron los primeros en definir el cosmos como una serie de esferas perfectas que describían órbitas circulares ¡La teoría de las nueve esferas y los siete planetas hasta entonces conocidos: SATURNO, JÚPITER, MARTE, MERCURIO, VENUS, SOL, LUNA......!
Pitágoras sostenía que los siete planetas, al describir sus órbitas, emitían unos sonidos, las notas musicales, que creaban lo que él llamo la ARMONÍA DE LAS ESFERAS. Ese sonido, esa música armoniosa no podía ser escuchada por los humanos porque estábamos acostumbrados a ella desde nuestro nacimiento. Es decir, que cada uno de los siete planetas emitía una de las siete notas musicales, de DO al SI.
Cierto día, mientras Pitágoras paseaba por la calle, escuchó unos golpeteos rítmicos que le llamaron poderosamente la atención. El ruido procedía de una herrería cercana hasta la cual el sabio se aproximó, atraído por la musicalidad de los golpes de los martillos sobre el yunque. Estuvo allí bastante rato, observando cómo trabajaban los herreros y cómo utilizaban sus herramientas y se dio cuenta de que el sonido variaba según el tamaño de los martillos,
Pitágoras descubrió la relación numérica entre las notas musicales, las mismas notas musicales que emitían los siete planetas al girar alrededor de la TIERRA.
Pitágoras estaba equivocado, la LUNA no es un planeta y ningún astro emite notas musicales mientras siguen su órbita, que, por cierto no es redonda, sino elíptica.
En realidad los griegos dividían las notas en TETRACORDIOS, ya que las nuestras, DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI, tienen origen en la primera sílaba de cada verso de un himno medieval dedicado a SAN JUAN.
Encontró la relación numérica entre el peso de los que tenía y así pudo deducir el peso de los que le faltaban. Se los hizo confeccionar y los siete sonaron como recién afinados. El martillo que hacía sonar el DO pesaba exactamente el doble del que hacía sonar el DO de la octava siguiente. , o sea que el DO más agudo lo producía el martillo que pesaba la mitad del que producía el DO más grave.

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